'Aurea Mediocritas' y la montaña de los mediocres




     Cuando doblo la palabra 'mediocridad', la figura que me devuelve es la de una montaña...

     Siempre me gustó la palabra 'mediocritas', me sonaba bien... Y si, además, iba acompañada de 'dorada' (aurea), algo bueno tenía que designar. 


     'Mediocre' es un compuesto de dos palabras latinas: 'medius', "medio, de en medio"; y 'ocris', "montaña". 

     Un mediocre sería aquel que se queda en el 'medio' de una montaña: ni permanece abajo ni logra alcanzar la cima. 

     Mediocre es el que se queda a mitad de camino. Algo negativo. Algo que nadie quiere.

     Pues por alguna razón Horacio escogió esta palabra.

     Por el vicio de los excesos.

     Por las desmedidas ambiciones.

     Por la insatisfacción crónica.

     Y porque a un hombre como Horacio le importaba poco agradar a aquellos (no sólo coetáneos) a los que nada gustaba "conformarse con poco". 

     Disgustaba mucho Horacio en épocas posteriores incluso. Malinterpretado en gran parte.

     Para alcanzar la dorada mediocridad de Horacio, debemos aprender a permanecer en el medio de la montaña: símbolo de haber equilibrado nuestros rasgos de carácter. Al igual que una recta cuyo punto medio no se puede fijar sin haber delimitado antes sus extremos, así moderamos nuestros rasgos: nada en exceso, todo con moderación.

     Por ejemplo:
          
          Extremos: sumisión-autoritarismo.

          Punto medio de la recta: autoridad.

          Palabra que ha llegado a tener connotaciones negativas y no es así. Viene del griego 'autós', "yo mismo" y designa la ‘autoría’ con la que ‘firma’ uno lo que hace o dice. 

          Lo negativo es el autoritarismo, lo negativo es la sumisión, que son los extremos (la base y la cima de la montaña) en los que no debemos permanecer. Muchos necesitamos conocer estos extremos para encontrar posteriormente la autoría: así pues, subiremos y/o bajaremos para encontrar y permanecer en el dorado medio de la montaña. 




1 comentario:

  1. Áurea mediócritas: Tópico o tema literario sobre la felicidad que conlleva la vida tranquila o en su punto medio.
    Decía el poeta Horacio:
    Carminum II, 10 (A Licinio)
    Más rectamente vivirás, Licinio,
    si no navegas siempre por alta mar,
    ni, mientras cauto temes las tormentas,
    costeas el abrupto litoral.
    Todo el que ama una áurea medianía
    carece, libre de temor, de la miseria
    de un techo vulgar; carece también,
    sobrio, de un palacio envidiable.

    Totalmente de acuerdo con usted, señora Cortiguera, el justo medio, la mesura de la que hace usted gala, son los pilares de la felicidad. Pero, como usted también apunta certeramente, hay que subir y bajar la montaña muchas veces para alcanzar el equilibrio. La cima, en mi modesta opinión, nos conduce a la soberbia y al desprecio de todo lo que, erróneamente, consideramos inferior. Como esa expresión: mirar a los demás por encima del hombro.
    La falda de la montaña (hay una palabra que se usa mucho en Aragón: el somontano) conduce a la desesperación por no saber gobernar nuestras pasiones y deseos inalcanzables.
    Según el DRAE, mesura significa "moderación, compostura" pero también "medida y templanza". Dice que deriva del latín "mensura". ... Este término aparece en el Antiguo Testamento (Levítico 19:35), con el mismo significado de nuestra palabra "mesura".

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