A-CEPTACIÓN



     Cuando doblo esta palabra, la figura que me devuelve es un abrazo.

     'Ab-capio', abrazar ('capio', tomar, coger) lo que me rodea ('ab-', desde)

      Aprendo a practicar la aceptación en tres planos:
   -La realidad que me acontece.
   -Las personas que me rodean.
   -Yo. 


      Siempre me costó entender la expresión 'aceptar lo que no puedo cambiar'. 

      En apariencia aceptar no es un verbo de acción, con lo que una persona como yo que siempre actúa, no entiende bien en primera instancia.

      No sabía exactamente qué hacer con “aceptar”. Tenía que hacer algo. Y me ayudó, como no, la propia etimología. Este verbo sí que requería una acción: abrazar

      Abrazar empieza con nombrar. No solo lo que me interesa, sino también aquello que me duele, me da miedo o rabia y no puedo cambiar. Nombrarlo hasta que lo hago vívido en mi mundo. Lo abrazo. Elimino los muros que levanto entre ello y yo. Y así permito la aceptación. Para nombrarlo es necesario hablar y compartir. De lo que no hablamos es de lo que enfermamos. 

       Aprendo con la visión periférica más sobre la aceptación: al hacer el barrido visual por el monitor, estoy aceptando mi vida al completo, no aquello que solo le interesa a la mirada felina, animal y cazadora. Cuanto más aceptación logro, más sabiduría consigo para verdaderamente distinguir lo que puedo cambiar de lo que no.


       Para distinguir lo que realmente puedo cambiar, es fundamental mi voluntad (del latín 'volo': quiero). Cuando está centrada en cambiar algo sobre lo que no tengo control, es decir, todo lo que no sea yo, me zambullo en una lucha agotadora, estéril y que lleva a la locura. Es aquí cuando entiendo (agotada ya por tantos 'chocazos') que la mejor opción es rendirse y lograr la libertad. 

       Cuando mi voluntad está centrada en cambiar algo sobre lo que sí tengo poder, yo misma (y a veces, ni eso), las energías derrochadas dan excelentes frutos. Es aquí cuando entiendo que he armonizado mi voluntad. Es cuando entiendo que visión periférica y felina están conciliadas. 


  

2 comentarios:

  1. Me encanta !!!! En ello estoy poniendo nombre a lo que me da miedo, para que pierda poder sobre mí.

    ResponderEliminar
  2. Me alegro mucho que te sea de utilidad ;)
    Muchas gracias por compartirlo conmigo. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar