Los regalos envueltos en papel de estraza



            Hay regalos que la Vida te da, que son fácilmente reconocibles por su envoltorio: momentos de felicidad y bienestar. Los vives.

            Hay momentos de infelicidad, malestar, duelos... que recibimos de la Vida como un castigo. Los sobrevives.

            Pues también un regalo puede llegar a ser para aquel que se atreve a bucear en el dolor, afrontando, que no enfrentando, el miedo y desenvolviendo así su papel de estraza.

            Para desenvolverlo, he aprendido a distinguir la diferencia entre ‘enfrentar’ y ‘afrontar’, y así ejercer la acción correcta para abrir el regalo.

            Cuando me ENFRENTO, me resisto con la misma violencia que una lucha requiere y que va implícita en la etimología de la misma palabra: 'in-' (contra algo o alguien) y '-frontem' (frente).

            Sin embargo, cuando AFRONTO, no me pongo en contra, no lucho contra el miedo, sino que me pongo 'hacia' ('ad-') el miedo, me dispongo sin violencia y me coloco hacia y delante de él ('-frontem').

            Dejo de enfrentarme para pasar a afrontar mis temores, y así obtengo el gran obsequio envuelto en papel de estraza que la Vida me da:  cambiar, crecer, evolucionar y transformar.


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